Samuel Sánchez
NEW YORK.- Sin duda los niveles de criminalidad están fuera de control en la República Dominicana, la respuesta del gobierno de Danilo Medina es la típica: salir a cazar los que delinquen en los barrios populares, vale decir criminalizar la pobreza. Desde esta visión política los únicos responsables de la ola criminal, son quienes viven en los cinturones de miseria y jamás, los funcionario que solo gobiernan para sus amigos e interés sin poner el menor interés en el bienestar colectivo.
Durante esta cacería, no he visto la primera desarticulación de las bandas delictivas de todo tipo dirigidas desde los cuarteles policiales; no se ha presentado a la opinión publica el primer oficial de alto rango de los que cobran semanalmente su peaje tanto en los puntos de drogas como a los “ladrones especializados de los barrios populares”.
¿Por qué los muchachos de los barrios les perdieron el miedo y el respeto a las autoridades? Tengo varias hipótesis:
1) Las “autoridades” locales son los padrinos tras bambalinas de estos jóvenes, que en la práctica delinquen para ellos a cambio de protección y alpiste;
2) De tocarles visitar un juez, saben que las cosas se pueden arreglar. Esto me lleva a una reflexión, si trabajan bajo la protección de oficiales; pero además, si es detenido y llevado ante un juez y sabe también que las cosas se pueden “arreglar”, ¿a quien le va a tener respeto ese joven? ¿Acaso quienes tienen que poner el ejemplo no estimulan el desorden a partir de estas vergonzosas prácticas?
Me llego la información de alguien que está en prisión por delitos graves y que su salida no se ha resuelto porque el juez a cargo de su caso, está esperando que el problema de la jueza y el juez que están bajo investigación se enfríe para evitarse posibles cuestionamientos.
En esta nueva carnicería de gente joven equivocada y sin oportunidades, no he visto en los partes de prensa de la policía nacional el arresto y sometimiento a la justicia de aquellos policías que alquilan sus armas de fuego a mil pesos dominicanos por noche, a los mismos individuos que hoy salen a cazar, más que todo con el propósito de borrar evidencias porque los responsables de estas políticas de exterminio y prácticas parapoliciales, saben muy bien que por los altísimos niveles de pobreza en el país, la practica delictiva en amplios sectores sociales es una fábrica permanente de jóvenes frustrados muchos de los cuales no tendrán otra opción en el futuro inmediato que insertarse al ejercito delictivo que sirve precisamente a quienes luego los cazan como conejos, por lo tanto esta cacería no eliminara las causas que les genera clientes a estas asociaciones de malhechores que manejan los hilos del poder.
No he oído hablar a las autoridades policiales y políticas de cuál es su propuesta para los oficiales policiales que enganchan jóvenes que NO cobran su salario, pues su único interés es usar la ropa y el arma policial y el oficial que le hizo el favor de llevarlo al cuerpo, es quien mensualmente cobra su salario.
Como puede hablar de actividad delictiva y moralidad, un gobierno que se mantiene en el poder a papeletazo limpio frente a una sociedad impávida al ver como se manejan los fondos públicos abiertamente para agenciarse su permanencia en el palacio nacional. Es la dirección de estos partidos la responsable de que hayamos llegado a estos niveles de deshumanización, pues además tratan de que la gente común vea estas malas artes como rutina de la práctica política.
Los intelectuales orgánicos del gobierno saben perfectamente que la fiebre no está en la sabana y que esta nueva ola represiva no va a llegar a ninguna parte; sino preguntémosle al tristemente célebre general Candelier, que en su jefatura se desarrollaron amplias jornadas de cacería y la delincuencia no se detuvo, más bien se aprovechó esa coyuntura para eliminar luchadores sociales.
Vale señalar que un hijo de quien suscribe, ha sido atracado tres veces en la zona universitaria en un periodo corto; pero no se trata de asuntos personales, si no se toma el toro por los cuernos y se piensan salidas serias, esta carnicería no servirá para nada.
Me pregunto cuáles serán las consecuencias de una población que ante el crecimiento desmedido de esta problemática ha decidido hacer justicia por sus propias manos. Una sociedad que celebra cuando un vecino caza un delincuente.
La intención del gobierno es sobre todo dar pan y circo, en este caso mucho circo a una ciudadanía desesperada frente a una ola criminal sin precedentes.
¿Después del circo qué? La gente se cansa ante tanta irresponsabilidad. La sociedad dominicana necesita planes serios de corto, mediano y largo plazo para superar esta situación, pero no podemos perder de vista que a los sostenedores de este modelo económico-social le da tres pitos el rumbo que lleva el país, porque como siempre, cuando la situación se salga de las manos sencillamente se ve van a un dorado exilio, esperemos que sea pronto.
Por Samuel Sánchez
Fuente: http://www.labazuca.com/c85-opiniones/la-caceria-de-delincuentes-respuesta-correcta/
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